miércoles, 25 de septiembre de 2024

RUTAS Y ACAMPADAS POR LOS ALPES.

Después de dos días de relax y buena vida de lujo en la Casa nel bosco de Vergiate retomé mi camino hacia el oeste. Me separaban del vecino país de Francia los imponentes Alpes que ya desde Vergiate se adivinaban.

Divertidísimas carreteras de montaña, preciosas vistas de la grandeza de la naturaleza en forma de moles rocosas, emocionantes pistas de montaña que conectan las crestas que separan uno y otro país.

Por allí encaramado en los Alpes, a 2100 m de altitud, acampé en las ruinas de una antigua posición defensiva militar de la Premera Guerra Mundial. Dominando un valle que subiendo de Italia cruzaba a Francia. 






Al día siguiente seguí por la pista que, sin mediar ningún puesto fronterizo, me introdujo en Francia de forma clandestina (algo que actualmente no importa a nadie...).

Las pistas de montaña dieron paso a apasionantes carreteras alpinas escenario de competiciones míticas como el Tour de France o el Rally de Montecarlo: Isola 2000 o Col de Turini.

Ya en la campiña francesa sufrí el segundo pinchazo del viaje, esta vez en la rudea trasera....




Cuatro horas de trabajo y gracias a Nicola que me acompañó en su furgoneta a comprar una cámara nueva para sustitur la que había reventado sin posibilidad de reparación.

Una noche más de cámping en los alrededores de Carcassonne y al día siguiente estaría en Andorra visitando a mi hermano Jaime. Inicio del fin progresivo del viaje aterrizando de forma suave en España de nuevo...


VERGIATE. LA CASA EN EL BOSQUE

Continuando con la filosofía de no volver a pasear grandes ciudades para evitar el shock de la civilización, en Milán acepté la propuesta de Carolina (buena amiga de Ibiza) de visitar y alojarme con su mejor amiga Maddalena y su madre Margarita en Vergiate.

Maddi y Margarita tienen una maravillosa mansión en el bosque cerca de Milán donde pasan los fines de semana. En realidad Margarita vive allí todo el año acompañada de Camilo y Ana y su hijo, una familia de Colombia de afabilidad y simpatía sin igual.

Así que aplicando aquello de: que los amigos de mis amigos son mis amigos, me presenté en la Casa nel bosque.


Un lugar precioso con una casa espectacular en la que Maddi y Margarita viven disfrutando de su pasión que son los caballos. Era sábado y allí estaban todos, con el añadido de la dicharachera Francesca y sus tres hijos que, unidos a los tres de Maddi, conformaban una alegre jauría que campaba por el bosque junto a los caballos, las gallinas y los conejos...

Dos noches alojado en una casita de invitados de ensueño y compartiendo con todos ellos fantásticas comidas en familia y conversaciones interminables, interesantes y divertidas de la vida.

La cara más amable de la civilización que tanto me descolocó en Trieste.

Para acabar de vivir un poco su pasión por los caballos, el domingo tuve la oportunidad de acompañarles a la competición de saltos de Teresa (la hija mayor de Maddi) que, además, ganó con la elegancia y seriedad de un profesional y la ilusión de un niño... ¡Qué bonito espectáculo!




¡¡Muchas gracias Margarita, Maddi y familia por este par de días de acogida, de desanso y de placer de disfrutar de la vida con vosotras!!