sábado, 27 de abril de 2024

NEVADA

Con el nombre de algunos estados no se estrujaron mucho la cabeza.
Arizona...

Nevada...

En un par de días hemos pasado del desierto abrasador a una especie de estepa a 2000 m de altura rodeados de nieve. Rodando a 8 ºC y con lluvia a ratos.
Después de un tramo de 160 km sin ni una población ni una gasolinera ni nada de nada antrópico...por fin hemos llegado a una gasolinera para repostar comer, calentarnos y dormir.

Por el camino hemos pasado junto a el Área 51, instalación militar donde se dice que tiene guardado a ET...




POLVO DEL DESIERTO CAMINO DE LA MONTAÑA

 Días y días de paisajes cambiantes. 

500 km al día de este a oeste suponen cambios radicales de paisaje cada día.


Por otra parte hemos hecho en 12 días 4 cambios de hora.

Cada día alargamos el día solar unos 30'.

Cuando regresemos a España habremos vivido un día solar menos que vosotros....


LAS VEGAS

Quién no ha oído hablar de Las Vegas? Cuántas películas nos han transportado allí como el paraíso de la diversión. Todos alguna vez habremos deseado poder vivir aquello que hemos visto por el agujerito que nos ofrece la televisión....
Un fraude. Una tristeza. Una sensación de vacío. Una náusea de ver tan de cerca el engaño humano del azar y sus consecuencias. Salir por las vegas es ir al casino. No hay otra cosa. Si quieres cenar: al casino. Si quieres tomar algo: al casino. Si quieres dormir: al casino. Si quieres tomar algo: al casino. Ahora sí, no esperes poder apoyar tu copa tranquilamente en la barra del bar porque ésta es una procesión de pantallas tragaperras.
Gente jugando sola por doquier. Hombres, mujeres, jóvenes y mayores. En bermudas y chancletas (no busquéis al Sr. bond ni sus mujeres). Nadie sonríe, nadie parece divertirse. Bueno, hubo un momento que oimos un grito de alegría en la distancia y unos instantes de rumores celebrativos. Y ya.
Por la calle, de vez en cuando, gente de aspecto normal sentada en un rincón con la mirada en el infinito hacen imaginar las historias de vidas arruinadas. Hacen casi sentir las sensaciones del remordimiento de profundidad abismal. El vértigo de vidas sin futuro.
Y todo ese dinero quemado se transforma en el escenario más opulento y de mal gusto imaginable. Una sucesión de retos fálicos adornados de luz y de color que no consiguen sin embargo generar singuna sensación de felicidad ni diversión.
Podría decirse que Las Vegas hay que vivirlas una vez para aprender lo que debe evitarse en la vida de la misma forma que la India debe visitarse para aprender a vivir con felicidad en la miseria.