jueves, 16 de mayo de 2024

COMPARTIENDO LA AMERICAN WAY OF LIFE

 Tras unos días tranquilos en Seattle-Tacoma, el miércoles 8 de mayo salimos por la mañana en nuestro elegante Buik Envision, alquilado a precio de un vehículo básico gracias a Marcos de Enterprise que nos ayudó mucho en el proceso de alquiler en Seattle.

Fuimos a hacer un par de visitas relacionadas con la gestión del transporte de las motos. Al terminar, siendo mediodía, fuimos al Northern Fish CO; una pescadería en el puerto de Tacoma en la que, ademas de poder comprar buen pescado fresco, se podía comer en la terraza los productos de la tienda. El lugar, en primera línea del mar y el puerto, era súper sencillo y agradable y la comida...espectacular. Comimos un cangrejo, un bowl de ensalada de algas y otro de ceviche.

Estando en la terraza sentados en una de las 4 grandes mesas vimos una pareja que se sentaron en un murete a comer sus bowls. Les invitamos a sentarse a nuestra mesa que tenía mucho espacio libre. Muy agradecidos se presentaron: Michael (estadounidense de 62 años) y María Jesús (colombiana de 47). Una pareja elegante, simpática, buenos conversadores. Compartimos una hora larga de comida y buenas conversaciones.

Al día siguiente despertamos con una considerable resaca cada uno en una habitación de un elegante chalet. En la cocina Michael y María Jesús nos esperaban recogiendo el desaguisado de la noche anterior con un buen café para arrancar el día.

La tarde anterior habíamos estado de bbq con ellos en su preciosa casa en Puyallup junto con Dani y Amy, dos maravillosos e interesantísimos amigos suyos. Michael es un gran cocinero e hizo una carne asada en la bbq espectacular! Maria Jesús había presentado unos entrantes con cangrejo, embutidos y cervezas y vinos buenísimos!

Una velada de lo más agradable que se fue prolongando sobre botellas de vino a cual mejor, wiskies, rones, tekilas, ... música, risas, bailes,...

La mejor experiencia de conexión hospitalaria que nos permitió vivir durante unas horas como dos más del barrio.

Recogida la casa y terminado el café nos propusieron ir a desayunar a un local muy auténtico. Y tanto si lo era!! a las 10:30 h estábamos ante unos huevos fritos con bacon, patatas y tostadas de buen pan y ...cervezas de nuevo. Más risas, más conversaciones, más planes.

Nos costó separarnos de gente tan fantástica pero debíamos hecerlo porque teníamos compromiso ya para ir a visitar y cenar con Rachel y Brian en Edmonds, a casi dos horas del lugar. Lo hicimos con la promesa de acompañarles al día siguiente en su lancha a recorrer los lagos y comer juntos.

El jueves a las 17 h llegamos a casa de Rachel y Brian y familia. Desde el primer instante nos sentimos como en casa. Qué ilusión volver a ver a Rachel después de tantos años!!

Tienen una espectacular casa en Edmonds (al norte de Seattle). Espectacular y con un agrado especial. Una casa en la que uno se siente acogido desde el primer momento y no se marcharía más...

Compartimos cena con ellos cinco, unas costillas de cerdo asadas al horno de carbón a cargo de Brian, otro gran cocinero!!! parece que esto va con  los americanos. En el porche del maravilloso jardín tomamos unos cócteles y nos pusimos al día de nuestras vidas y aventuras. y por fin nos pudimos derrumbar en sendas camas de una enorme habitación de la que uno no habría salido nunca más.

Llegado el viernes nos unimos, tal como habíamos quedado, con Michael y María Jesús para salir en lancha por el Lago Washington y comer en Bellevue.

Planazo!! Qué lugar más bonito!! Qué espectáculo las mansiones al borde del lago con sus embarcadeos propios! y la comida...fantástica. Rematada por una partida de shuffleboard que, con la suerte del principiante, ganamos frente a nuestros anfitriones. (Sorry Michael....)

Cena y noche tranquila en casa de nuestra familia y retirada temprana, esta vez sí, a nuestros aposentos.

La mañana siguiente los hombres de la casa fuimos de compra a las tiendas fetiche de Brian. Buena carne, buena verdura y buen vino para preparar un arròs brut marca de la casa de Andreu. Espectacular!!! Aunque no quedó muy claro si a los niños americanos los conquistó...ya aprenderán.

Juegos en el jardín, cocina y comida familiar, tertulias, más vinos y cócteles, bbq de cena,... degustábamos nuestras últimas horas en este nuestro nuevo hogar con la intensidad de las despedidas largas.

Tras nuestra última noche en este paraíso de la vida civilizada terminaba nuestra aventura americana y partíamos hacia el aeropuerto caminos de Corea del Sur.

En el último momento, y como en los buenos partidos de liga, intercambio de camisetas con Brian como recuerdo mutuo.

Family, we love you!!!!

UNA SEMANA EN SEATTLE SIN MOTOS

Tras llegar a Seattle, pasamos dos días en un sencillo motel de carretera esperando a entregar las motos para su nuevo vuelo a Corea. Desde allí, con las motos, visitamos el mercado de pescado del puerto de Seattle. Un lugar turístico pero bien tratado: bonito y divertido. Comimos tres de las especialidades locales: sandwich de salmón asado, carne seca adobada (como comerse un cinturón de cuero pero con buen sabor) y chowder de otras y cangrejo en bowl de pan (buenísimo!!!)


El lunes 6 de mayo entregamos las motos en Crate Tech (una empresa de embalajes enorme y de lo más moderno) donde, muy profesional y simpático, nos atendió Jame. El era como el capataz de la planta. Organizó el inicio de los trabajos de embalaje de las motos y nos invitó a un café y presentó al dueño de la empresa mientras compartimos nuestros planes de viaje. Nos dijo que el trabajo estaría hecho en tres días, tras el café se comprometió a tenerlo en dos y finalmente al día siguiente por la tarde nos avisarnos de que ya estaban. 

James!! 10 pts.!!!!

A partir de ese momento las motos embaladas quedaban en manos de Express Air Freight donde Martin y Nancy, muy involucrados, iniciaron los complejos trámites de export/import de las motos. Una semana tardaron en confirmarnos el vuelo de las motos. De hecho, para cuando lo hicieron, nosotros ya estábamos en Corea.

La semana en Seattle empezó tranquila. Alquilamos una casita y un coche en Tacoma (urbe al Sur de Seattle, algo menor, algo más tranquila y barata).




La casita, a diferencia del motel nos permitió hacernos unas buenas cenas caseras (pollo estofado con huevos duros en la foto) y tener momentos de relax más cómodos.

En el súper cercano a la casita conocimos a Erik. Se acercó a nosotros para interesarse por las motos (no son nada comunes estas motos en EEUU; en realidad, en genera las motos son muy raras en EEUU).

Estuvimos una hora de charla en la puerta del super. En ese rato ya nos había propuesto buscar un rato durante nuestra estancia para comprar unas cervezas y unos pollos e ir al campo a hacer una bbq y disparar con su colección de armas cortas y automáticas de asalto... NRA.... Inicialmente nos pareció el planazo! pero luego Andreu tuvo miedo de que las detonaciones le afectasen a su oido y nos complicase el viaje. Así que al cabo de un par de días que nos insistía, renunciamos al plan... Anyway...thanks Erik!!!

A recomendación del propio Erik, el lunes, en cuanto tuvimos el coche fuimos a visitar Owen Beach (en el norte de Tacoma muy cerca de casa) donde tuvimos la suerte de contemplar el espectáculo de ver las focas en su entorno natural. No a las orcas que, al parecer, suelen merodear en busca de focas incautas.


Al día siguiente, martes, fuimos, por fin a ver el Océano Pacífico! Porque Seattle está en un estuario y sistema de lagos a una distancia de unos 160 km en línea recta del océano.

Fuimos a Westport. Puerto pesquero de belleza austera y naturaleza dura. Lugar imponente. La orilla que separa semejante continente de tamaño océano resulta tan virgen, tan fina, tan brusca a pesar de ser una costa de acantilado bajo y playa...que impresiona...


A partir de ese momento...la cosa se animó de forma espontánea....