viernes, 26 de julio de 2024
MISCELANEA. RECUERDOS PASADOS
PERDIDO EN DAGHESTAN
Por recomendación de Peter, un compañero viajero, desde el sur del Daghestán hasta la frontera con Georgia busco una ruta por el interior. Al parecer las montañas del Daghestan son preciosas.
Cita de Wikipedia:
la palabra Daghestan o Daghstan se deriva de la palabra túrquica dağ (montaña) y el sufijo persa -stan (tierra) y significa «país de montañas»
Y el territorio hace honor a su nombre!!
Forzando puntos de paso por pueblos entre las montañas, consigo que Google Maps me trace una ruta fuera de la carretera principal, que discurre por la costa, y que ya la hice de bajada sin ningún tipo de atractivo. La ruta es preciosa. Una pequeña carretera secundaria asfaltada se adentra en las montañas ascendiendo de cota y dando paso a una sucesión de paisajes climáticos que van desde lo desértico del litoral Caspio a faldas de la montaña abancaladas y con cultivos de vid para seguir con paisajes continentales que recuerdan a Torrecilla y posteriormente alta montaña y alpino. En menos de dos horas he pasado de la cota -28 m del Mar Caspio a coronar un collado a 2.500 m de altitud.
La pequeña carretera dio paso a una pista sin asfaltar que cuando
entró en la zona alpina se redujo a dos roderas de todoterreno sobre el prado.
Un espectáculo de la naturaleza y un disfrute de la sensación de conquistar
todo tipo de entornos con la moto y la libertad.
Tras 1,5 h de una pista de escasos 10 km y 800 m de desnivel y superadas 3 caídas al borde de estos precipicios, llego al pueblo vecino en cuestión y acabo descansando en una cantera abandonada con mi tienda de campaña a las 20h. Prueba superada…
MAR CASPIO, SUS ENCANTOS Y SUS MONSTRUOS.
Cruzada la frontera entre Kazajistán y Rusia en la región rusa de Astrakhan, entro en la república del Daghestán bordeando las orillas del Mar Caspio. Tras una noche en un precioso rincón de un entorno dunar de la costa,
llego el día 22 a Derbent. Próximo a esta localidad costera se encuentra en ekranoplano Lun. Un prototipo militar desarrollado en los años 80 por la URSS. Actualmente se encuentra varado y abandonado desde entonces en una playa sin ningún tipo de museización ( al menos activa). Un espectáculo bizarro… Como dijo Mateo, parece una nave de Star Wars caída en combate en un escenario de película.
Esa tarde noche la paso en un cámping cercano donde me uno a dos viajeros motoristas rusos.
Sergey de 59 años a lomos de una Jawa de los años 70 con aspecto de nómada de la carretera.
Conductor de camiones y piloto aficionado de aviones retirado.Anatoli, joven abogado de 35 años, separado y con dos hijos, que ha dejado el trabajo y viaja en busca de inspiración para rehacer su vida. (todos encontramos nuestras almas gemelas en este mundo).
Fuego, pescado seco y pollo a la brasa y mucha cerveza nos acompañan hasta entrada la noche conversando en ruso, inglés y castellano sin la asistencia, esta vez, de Google translator. La cerveza hizo sus veces.
ULTIMA ACAMPADA EN KAZAJSISTAN
Tras una noche en una maravillosa casa de huéspedes en Atyrau el día 19 de julio recorro los últimos km hasta la frontera con Rusia en Astrakhan.
Por el camino me rodean todavía los estragos de las
inundaciones del mes de abril. Zonas de estepa desértica inundadas hasta el
horizonte. Una paradoja a la que no estamos acostumbrados.
En estas condiciones llego a 25 km de la frontera con Rusia donde
decido acampar para afrontar los trámites fresco por la mañana.
DE ARAL A ATYRAU. COMPAÑERISMO EN LA CARRETERA.
Durante dos días y su noche intermedia estuve atravesando una zona entre Aral y Atyrau en el Mar Caspio en el que la carretera había sido dañada por las inundaciones del mes de abril. Fueron unos 200 km que se hicieron largos y complicados. Aunque emocionantes.
Llegada la noche acampé al pie de una torre metálica, cuya función no supe identificar, que resultó realmente pintoresca...
Compartí con él la cena. No le permití, como pretendía, dormir dentro de la tienda conmigo. Pero se tumbó en el exterior entre la lona impermeable y la tela de la tienda junto a mí... cómo son los perros... me pasé la noche pensando cómo embarcarlo en la moto.
Por la mañana compartí el desayuno de nuevo con él y con el corazón en un puño, lo dejé a su suerte...
ARAL, LA MUERTE DE UN MAR.
Era una de las visitas que me apetecían de esta zona del mundo. Visitar el Mar Aral. Considerado víctima de uno de los desastres ecológicos mayores del mundo causado por el hombre de forma consciente. Políticos soviéticos de la época declararon, mientras planificaban derivaciones de agua de los ríos principales que vierten al Mar Aral para regadío de algodón: 'El Mar de Aral debe morir como un soldado en la batalla...'
Llegué a la ciudad de Aral (esperando encontrar una ciudad costera) y no, ya no lo es. Aunque es difícil percibirlo porque es bastante extensa y su linde con respecto al mar (que se retira) no es claro y accesible…
Donde un día debió estar el mar, se acaba el pueblo y se aprecia una cierta morfolorgía costera como la orilla de un lago. Pero todo está seco y con esa vegetación de matorrales característica de todo el paisaje kazajo. Es difícil imaginar que allí hubo un mar. Desde luego no se aprecia ni en el horizonte. Yo pretendía llegar hasta la nueva orilla. Pero los caminos que pudieran llegar son de arena y arcillas muy difíciles de superar con la moto tan cargada y con tanta incertidumbre de hacia dónde ir.
Así que me conformé con ver el pueblo y hacer unas carreras
de motos con los chavales del lugar que enseguida me vinieron a recibir cuando
aparecí por allí. Como siempre: todo el mundo simpatiquísimo!
HOSPITALIDAD KAZAJA
Baikonur es una ciudad kazaja en la que se encuentra el cosmódromo desde el que la URRS envió el primer hombre al espacio y muchas otras actividades relevantes de la carrera espacial. Sigue siendo uno de los cosmódromos más grandes del mundo. La ciudad y el cosmódromo (situado a unos 50 km) están arrendados por el gobierno ruso al kazajo desde la desintegración soviética. Así que resulta, y yo sin saberlo, que para acceder es necesario un permiso especial porque todo ello está amurallado como si de otro país se tratase. A la ciudad se accede por tres puntos de control solamente.
A través de Couchsurfing había contactado con Nursaule en Baikonur. Nursaule iba a alojarme un par de días en su casa para visitar la ciudad y el cosmódromo. Tampoco me avisó de la necesidad de los permisos.Así que al llegar me topé con estas realidades y no pude
entrar en la ciudad.
Por suerte Nursaule trabaja fuera de la ciudad en una villa
periférica y sus padres viven también allí. Así que acudí a comer a un
restaurante próximo a su trabajo y la esperé hasta que pudo salir para ir a
casa de sus padres.
Sus padres me alojaron en su casa. Una familia fantástica! Son 4 hermanas y un hermano. En la casa de los padres vive el hermano con su mujer y el hijo. El resto de la familia van apareciendo a comer y cenar
Pasé dos noches allí. Con la sensación de ser uno más de la
familia aunque claramente agasajado como un invitado de honor. Prepararon unas
comidas y desayunos espectaculares! Hicimos siestas, dormí en el suelo (como
todos) en una habitación compartida, dimos paseos, charlas, … una apasionante
experiencia personal, social y cultural.
Incluso el domingo estuvimos viendo, junto con los adolescentes que había por la casa (de la edad de Mateo), el partido de la final de la Eurocopa de España contra Inglaterra. Qué divertido fue!!
El lunes 15 de julio, muy pronto por la mañana, a la hora
que los trabajadores de la casa se ponían en marcha, recogí mis cosas,
desayunamos en la cocina y nos despedimos con gran intensidad.
Qué bonita, auténtica y profunda es la hospitalidad kazaja.