miércoles, 5 de junio de 2024

ULTIMOS DÍAS EN COREA

 He de reconocer que los últimos días en Corea fueron casi un esperar a la partida hacia Rusia.

No tener las motos, estar alojados en un hotel y todo ello en Donghae, que es una ciudad con pocos atractivos, unido a las sansaciones de desilusión por el fracaso de los trámites aduaneros nos hicieron vivir esos días con las ganas de pasar página.

Aún y así hicimos una curiosa visita a Gangneung, un pueblo vecino, en el que visitamos una oda al mal gusto del ser humano (por no decir de los Coreanos directamente). En este emplazamiento construyeron este crucero (dos en realidad), de tamaño y diseño real, a modo de hotel para personas que quieren disfrutar de un crucero pero se marean...

La foto sorprende, la realidad resulta mucho más inquietante...

Como no hay mal que por bien no venga, encontramos un sencillísimo restaurante de marisco, escondido en tercera o cuarta línea de mar, en el que, además de muy agradablemente servidos, comimos una...llamémosle sopa de marisco...hecha sobre la mesa. El marisco recién 'pescado' del vivero, verduras frescas, agua y, delante nuestro, 15 minutos de coción. Buenísimo!!




Solamente esta comida mereció el viaje.

Y sin mucho más, llegó el día, miércoles 29 de mayo. Por la mañana, a las 10 h en el puerto, nos despedimos de Symond Kim y le regalamos una botella de Tinto Pesquera. Responsable de importaciones de Duwon Shipping Co. Gracias a él se desencalló el trámite de las motos en el aeropuerto de Seúl. Se hizo mandar las motos hasta Donghae en camión y nos las custodió una semana sin cobrarnos el almacén hasta el momento de embarcarlas en su ferry y ponernos en contacto con la persona de referencia en Vladivostok. Fue una luz en el cielo gris de Corea...

Y, al menos con la ilusión de haber encontrado buena gente, embarcamos a las 13 h en el Eastern Dream, un ROPAX de unos 150 m de eslora en el que pasaríamos 24 h en un camarote compartido con otras 10 personas...